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Después de muchos años contacté a un viejo compañero de estudio

Después de muchos años contacté a un viejo compañero de estudio, nos encontramos y fue cuando sucedió lo que siempre había soñado.



Vagando por la red social mas popular, se me ocurrió buscarlo. Un compañero de estudios que hacía como veinte años que no veía.



No sé si lo iba a encontrar ya que no sabía nada de él. Mucho menos si le gustarían las cosas que deseaba hacerle, si lo encontraba.



Para mi sorpresa lo encontré bastante rápido. No tremía mucha actividad pero a notaba que lo chequeaba a menudo.



Tomé valor y le mandé una invitación de amistad. Y esperé ansiosa.



Tuve razón ya que unas horas mas tarde recibí un mensaje en mi chat.



Hola Antonio, Hace mil años que no sé nada de vos y hoy te encuentro en el face.



SI Eduardo… Hoy me acordé de vos y me animé a buscarte.



Estuviste muy bien.



Tenemos que vernos, tomar algo y charlar. ¿Te parece?



Si claro. Te paso el número de mi celular y estamos en contacto.



Nos pasamos lo números y nos despedimos.



Al final encontrarnos no fue tan sencillo ambos teníamos horarios complicados, Pero un viernes, por fin lo concretamos.



Estás re bien, Antonio, tenes el pelo genial.



Jajaja vos estás bastante pelado… pero te queda bien. Te hace mas varonil. (lo dije y me arrepentí de decirlo)



Nadie sabía que a mi me gustaba vestirme de mujer y que había tenido experiencias con hombres.



Nos fuimos contando de nuestras vidas y la verdad es que los dos estábamos muy contentos de saber del otro.



La charla se hizo larga y no llegó a terminar de contarme de su reciente divorcio. Pero lo note muy bajoneado.



al final solo hable de mi.



Está bien, ahora que nos encontramos, vamos a ir poniéndonos al día.



Nos despedimos con la idea de volvernos a ver.



A los pocos días me llamó y me dijo algo que no pude entender



Te llamo para que nos volvamos a ver, si no te aburrí el viernes pasado.



No, boludo, la pasé muy bien y me alegró mucho de haberme animado a contactarte.



Si a mi me pasó lo mismo, ahorra tengo que cortar… pero la próxima lo hacemos en casa, te llamo mañana y confirmamos día y hora.



Ok.



A Antonio, yo conozco tu secreto. Y está todo bien.



¿Qué?



Nada tranquilo, conmigo está todo bien. Mañana arreglamos, un abrazo.



Cortó rápidamente sin dejarme siquiera, aclarar las cosas. ¿Qué sería lo que él sabía de mi?



La verdad es que no se me ocurría nada, ya que mi lado femenino lo había sido tocado en ninguna de las conversaciones que habíamos mantenido. Habíamos sido dos hombres hablando de nuestras cosas, de nuestros éxitos y fracasos, todo muy heterosexuales.



Quedé inquieto. ¿Cuál será ese secreto? No me aguanté y le mandé un whatsapp.



Hola. Me dejaste muy intrigado. ¿Qué es lo que sabes de mi?



Una hora tardó en contestarme.



Disculpá la tardanza. Es que no sabía como decirte que se lo de Sole



Me quedé duro… No solo sabía de mi lado femenino. sino también. que se llamaba Sole.



No contesté nada, pero unos minutos después volvió a sonar mi celular. No quería ni mirarlo, pero me ganó la curiosidad.



Vengan, Sole y vos… Mañana a cenar. Confirmarme.



No parecía ser de forma irónica, ni en forma de burla. Estaba muy sorprendido por las charlas de Eduardo. Y no sabía que hacer. Parece que era imposible negarlo. Se notaba que tenía buena información. ¿Y por qué quiere que vaya mi parte femenina? ¿Por qué no me dijo nada cuando estuvimos frente a frente?



Lo peor de todo es que no sabía que hacer. ¿Iré, no iré?



Esa noche la pasé mal… no supe que hacer… preparé un blolsito con mis cosas: Un par de medias, dos Tangas y dos corpiños, Un vestido, una falda, dos blusas y un par de sandalias de taco alto.



En el trabajo no me podía concentrar y menos cuando llegó su whatsapp.



¿Vienen?



Eduardo estaba jugando conmigo. Pensé, pero seguía sintiendo que no se burlaba.



Yo si



Me pareció excelente mi contestación. Pero él reaccionó rápidamente.



¿Y Sole no vendrá después?



No creo que quiera ir



Me muero de ganas de verla, de charlar con ella. Todo quedará entre nosotros. Nadie lo va a saber. Quedate tranquila.



Dejé pasar unos minutos, que se refiera a mi en femenino me sacudió el cuerpo.



Iré.- contesté tajante y de inmediato me arrepentí…



Pero Eduardo ya sabía de mi, era de cobarde no aparecer. Además él lo atraía y si lo había buscado era para que él conociera su parte femenina ¿No?



Esté último pensamiento me tranquilizó bastante. Volví a casa me di un baño y me arreglé para la cita. Mi bolso estaba listo y a las nueve sal´para el encuentro con Eduardo…Cuando llamé a su puerta, mis piernas temblaban, el bolo me pesaba mil kilos.



Eduardo abrió la puerta, me miró, miró mi bolso.



Hola Antonio, veo que viniste con Sole. Muy Bien.- Y besó mi mejilla.



Hola, solo atiné a contestar.



Pasa, ¿Querés ir a ponerte mas adecuada, para una cena íntima? Allí es el baño y mas allá es un cuarto dónde podrás cambiarte tranquila.



Gracias.- le dije y cerré la puerta en sus narices.



Me desvestí lentamente. Saqué del bolso toda la ropa y la desplegué sobre la cama. Elegí la ropa interior La mas sexy , el otro juego era de puta. Por eso decidí ponerme el vestido, que si bien era corto y escotado, era menos provocador que la mini falda que al menor movimiento dejaría todo mi culo al aire. Cuando me calcé las sandalias estaba casi lista. Fui al baño, Me delineé los ojos, apenas marqué mis labios y acomodé, como pude mi pelo.



Sentí el aroma de la comida, pero mi estomago no soportaría mi un bocado de comida. Volví al cuarto, guardé todo en l bolso y me miré en el espejo… Con mas tiempo y mas tranquila hubiera quedado mejor, pero estaba aprobada. Antes de salir me perfume… abrí la puerta y caminé hacia la sala. No reconocí la música que sonaba baja.



Eduardo vestía una camisa blanca desprendida los dos primero botones dejando ver el bello en el pecho. Pantalones de vestir marrones y zapatos al tono. Dos copas y una botella de espumante descansaban en una mesa baja que separaba un juego de sillones.



Sentí su que mirada me escaneaba De arriba a bajo. Parándose me dijo.



Hola Sole. Y se acercó hacía mi y me besó en los labios.



Me tomó de la mano y e hizo sentarme a su lado. Todo era muy normal para él, llevaba la situación de gorma muy natural.



Sirvió con habilidad las dos copas, me ofreció una y cruzó su brazo con el mio, como los brindis de las películas.



Por nosotros .- chocó mi copa y me miró a los ojos. – Debes mirarme a los ojos vos también



Había eludido su mirada desde que aparecí en la sala, pero levanté mis ojos y bebimos así, muy juntos.



¿Como supiste de mi?



Alguna vez te lo contaré… pero ahora lo importante es que estamos aquí los dos. Vos hermosa y yo deseoso de conocerte.



Gracias por lo de hermosa.



Puso su mano en mi cuello y me besó en los labios Una y dos veces. Luego suspiró y me volvió a besar, está vez abriendo mis labios y penetrando con su lengua mi boca. Nunca me habían besado así. Me relajé y dejé que él me besara y me acariciaba sin tapujos. Y él me besó y acarició sin tapujos.



En unos segundos me había sacado el vestido y quedé en corpiño, tanga, medias y sandalias. Me miraba y me excitaba aún mas.



Abrió las piernas y me guió hasta quedar arrodillado entre ellas.



Pasé mi mano por su bragueta y sentí su pene, semi duro y también sentí su deseo. Abrí su pantalón atolondradamente y su pija salió de un brinco. Un aroma a sexo tapó el olor que salía de la cocina. Respiré hondo como para llenar mis pulmones del perfume que salía de su verga. Me pareció que me quedé varios minutos mirándola… Estaba bien formada. La tomé con mi mano, estaba caliente. Le descubrí la cabeza y salió humeda y brillante. Mi orea mano tomo sus huevos. Eduardo me observaba sin decir nada y gozando de mi actitud.



Mi lengua lamió el tronco de su polla y mis labios besaron su cabeza. Me la fui comiendo despacio.



Miráme a los ojos.- me ordenó. Yo abrí los ojos y lo vi.



Le estaba haciendo una mamada a mi viejo amigo, desconocido.



Me hizo chuparsela varios minutos, hasta que me pidio que pare. Pero no paré y se la succioné mas fuerte, mas rápido. Quería que se corra en mi boca. Sentía que estaba apunto, me ayudé con la mano y por fin un chorro de semen golpeo mi garganta, después otro y otro mas.su mano en mi nuca no me dejaba sacarla y se movía dentro de mi.



Oh si si. Aah, aaaaaaaaah.



Lo miré a los ojos pero sus ojos estaban cerados. Su mano dejó de hacer presión en mi nuca y la fui sacando. Lamí su glande para limpiarlo y la guarde en su calzoncillo.



Me levanté… miré mi tanga… estaba empapada. Eduardo se iba recuperando. Yo me iba para el baño a cambiarme la tanga, cuando él me dice.



Quiero que te quedes así.. No te cambies.



Estoy toda mijada.



No me importa… sentate a la mesa vamos acenar.



Allí me di cueta que estaba toda desalineada, Me arreglo el corpiño, arreglo las medias me arreglo la tanga… Me voy a poner el vestido…



No quiero que estés así, Sentate ya traigo la comida.- Y se pierde en la cosina.



Busco mi copa que es la que esta manchada con mis labios y me termino el trago. Me encanta marcar los basos con mis labios.



Vení ayudame. Ponete el delantal para no mancharte y llevá el plato a la mesa.



Me encató el delantal.



Te queda muy sexy.



Cenamos charlando de mil cosas.. Cy¿uando creí que estaba mas vulnerable volví a preguntarle.



¿Cómo supiste de Sole?



Jurame que no te vas a enojar.



– ¿Tan grave es?



Jurámelo.



Te juro que no me voy a enohar.



Leí algunos relatos tuyos en Todorelatos… Escribis muy bien



Gracias… pero allí no dice quien soy.



T mandé un mail a tu cuenta y me contestaste.



Si yo siempre contesto a los lectores.



Así supe que tenías poca experiencia con los hombres, y alguno que otro secreto.- Me puse colorada.



Ese mail tampoco está a mi nombre.



Es verdad. Pero una tarde quedamos en encontrarnos. En San Telmo en El Británico. Yo sabía que ibas a traer un bolso rojo. Yo estaba al fondo en una mesa oculta junto al baño.



¿Fuiste vos el que me dejaste allí clavada?



Si. me juraste que no te ibas a enojar.



Jajajaja. Que malo que fuiste, ¿como me dejaste plantada así? – Se acercó y me besó.



No supe como reaccionar. ¿Qué hubieras hecho vos? Nunca había estado con una chica como vos, estaba nervioso y cuando te vi me quedé helado.- Su mano tocó mis piernas y me estremecí



Creo que yo hubiera hecho lo mismo.



Me levanté para buscar mis cigarrillos y fui al baño. Me senté en el inodoro y oriné, no podía creer toda esta situación.



Me pinto los labios y salimos al balcón, yo a fumar él a tocarme.



Me encanta tu culito.- mientras jugaba con mi tanga en la raya del culo. Me pasaba el dedo por mi hoyito haciéndome gemir como gata.



Ay,



¿Te gusta que te toque así?



Si me encanta



Corré mi tanga y me pasa la lengua por la raya.



Yo tenía miedo de que nos vean sus vecinos pero eso a él no le importó. Su lengua mamaba mi culo, Yo daba pequeños saltitos cada vez que lo sentía



Le pedí que parara y que fueramos a dentro.



Nunca me penetraron… – le dije avergonzada



Ya lo sé. Compré un gel lubricante. Espero que ea bueno



¿Me vas a coger?



Es lo que mas quiero.



Desprendió el delantal y me llevó al cuarto donde me cambié.



Lo desnudé. Y lo masturbé su verga me pareció mas grande.



Subite a la cama y ponete como perra.- Me dio un beso en la boca y sentí su polla en mi piel.



Me puse en cuatro y él me acomodó para hacermelo parado.



Me embadurnó el hoyo con un gel heladoy me metió un dedo.



Relajate, mi amor.



Volvió a intentarlo y su dedo resbaló por dentro hasta llegar al puño



Si mi amor, así, muy bien.



Acomodó su verga y me fue penetrando lentamente.



Yo pensaba que estaba toda dentro… pero solo había metido la cabeza. Mordí el acolchado para no gritar… Me estaba doliendo mucho. Pero no quería defraudarlo.



Me tomo de la caderá y volvió a meterla, está vez mas hondo, sin parar hasta que mis nalgas tocaron su cuerpo.



¿Te gusta perrita? – Yo lloraba.



Si mi amor, me gusta.- Le dije



Ahí se empezó a mover dentro de mi y yo gemía. Sentía como le gusstaba mi culo apretado, porque parecía que se iba a correr enseguida. Pero no.



La sacó y me hizo dar vuelta. Subió mis piernas a sus hombros y me volvió a insertar. Esta vez de una. Me la metió entera. Me encantó ver su cara de placer. Yo le estaba dando ese placer…



PAPI COGEME MAS, MAS…



Le encantó que le dijiera eso porque gimió y explotó dentro de mi.



aaaah aaaaahg



Se dejó caer encima mio. Su verga se salió y mi culo ardía.



Con su mano toco mi culo y me metió su leche en mi boca con su dedo.



Me incorporé, sentí que su leche caía por mis piernas. Me fui al baño a lavarme. Con papel higiénico limpie su verga y nos quedamos acostados, él todo desnudo y yo toda llena de leche.


Datos del Relato
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