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Despedida de soltera de Mayra

Cuando conocí a Mayra, fue precisamente el día que nos mudamos a nuestra casa nueva, yo estaba en un balcón del segundo nivel, observando como los trabajadores del camión de mudanzas descargaban nuestro menaje de casa, de repente empezaron a silbar y al ver hacia la calle vi unas de las cosas mas maravillosas que he visto, era una chica de 17 años, vestida con un traje blanco de juego de tenis de campo, falda cortita, mostrando unas hermosísimas piernas, un culo parado sumamente exquisito y un par de chiches hermosas, firmes y duras, su piel blanca y su cabello negro, agarrado con una coleta.

Volví a verla dos días después, yo esperaba el colectivo en la entrada de la colonia, juntos lo abordamos, y casualmente, sólo había un par de asientos vacíos uno junto al otro. Ella me preguntó si yo era el vecino de la casa nueva, y me comentó que asumía que yo era el hijo de la señora que había ido a la sala de belleza de su mamá a cortarse el cabello por el color azul de los ojos, esa ocasión ´pude observarla muy bien, era bellísima, sus ojos verdes, grandes, sus pestañotas volteadas, su nariz respingada y sus labios carnosos, su dentura perfecta, y una voz dulce. Yo tenía para ese entonces 13 años recién cumplidos, así fue como supe que ella me llevaba 4 años de edad. Volví a verla ya a mediados de enero, siempre esperábamos juntos los buses escolares, siempre me ponía nervioso al verla, ella lo notaba, eras evidente que estaba enamorado de ella, la confianza aumentó, ella me metía sus dedos en mi melena , la usaba casi a los hombros, me decía que le gustaba mi pelo rubio, por lo suave y sedoso, y que fascinaba el color azul de mis ojos, y decía que le gustaría tener un hijo así, pero lástima que su novio fuera moreno, me contó que desde los trece años tenía novio, ese comentario fue suficiente para no hacerme ilusiones, siempre que nos encontrábamos ella me besaba en la mejilla, y muy cerca de la boca.

Pasó el tiempo yo ya de 21 años, ella de 25, recibimos en casa la tarjeta de invitación de su boda, era día martes, ella se casaba sábado, mi madre por trabajo tenía que viajar fuera del país, fui a despedirla al aeropuerto, el novio de Mayra regresaba de un viaje, ella fue a recibirlo y nos juntamos en el aeropuerto, pero a la vez había unos señores de la oficina del novio esperándolo, pues tenían una reunión urgente. Ella tenía que ir a probarse el vestido de novia para los últimos detalles, él me pidió favor de acompañarla. Esperé en una salita mientras ella se probaba el vestido, la puerta estaba semiabierta, y un espejo de pared, me permitió verla cuando se quitó la ropa, quedó en sostén y tanga, fue un espectáculo maravilloso, que curvas, que piernas y que chiches. Momentos después llegó la costurera y me dijo que Mayra me necesitaba, la vi vestida de novia, era la novia más linda que había visto, me tomó del brazo y nos paramos junto a un espejo, detenidamente nos vimos juntos, luego ella bromeando me dijo:

-Puede besar a la novia.

La tomé por la cintura, me acerqué a ella y la besé con pasión, con el amor escondido por años, ella me correspondió, fue un beso intenso y apasionado, ella reaccionó y bruscamente se separó de mi, diciendo: que locura por Dios, que estamos haciendo.

Al bajar del colectivo, estaba cayendo una llovizna pertinaz, en ese tiempo ese hablaba que en la colonia habían saqueado varias casas, por lo que cerraron calles y avenidas de acceso, dejando unicamente dos entradas y dos salidas, en las cuales estaban construyendo garitas de seguridad, y en la entrada donde bajamos había una en construcción, y allí nos resguardamos de la lluvia, casi estaba terminada, aún faltaba colocar el piso y puertas, el agua arreció, y ya nos salpicaba los pies, por lo que nos metimos al fondo de la garita, el frío empezó a sentirse, ella se pegó a mi y yo la abracé, estaba de espaldas a mi, yo le rodeaba su cintura, ella se pegó a mi y sus nalgas estaban justo en mi pija, el bulto no tardó en sentirse, ella se pegó más para sentirlo mejor, se dio vuelta y nuestras bocas se unieron en otro beso apasionado, ella metió sus manos bajo mi camisa tipo polo y empezó a acariciar mi espalda mientras nos besábamos, subió mi camisa y empezó a chuparme mis tetillas, yo subí su blusa que era también tipo polo, y empecé a acariciar sus pechos, subí su sostén sobre sus chiches, y empecé a lamer y chupar esas chichotas deliciosas, bajé su mano sobre su falda de lona, y empecé a subir mis manos por la parte posterior de sus muslos, y acaricié sus nalgas, metí la mano entre su tanga y apretaba sus nalgas, bajé por su ranura hasta llegar al inicio de que vagina, estaba ya húmeda, deslicé mi dedo medio en su rabura hasta llegar a su hoyito, presiones y se fue adentro mi falange, ella suspiró profundo, saqué la mano y empecé a bajar su tanga, ella colaboró, subiendo primero un pié y luego el otro, guardó su tanguita en su bolso, empecé a acariciar su clítoris, mientras tanto ella, ya había bajado mi zipper y sacado parte de mi verga, con su mano me acariciaba el pene, y los líquidos, los regaba en el glande y parte del tronco, mi verga estaba en su vientre, y sentía ya lo ligoso de mis líquidos en su ombligo, ella se subió sobre unos ladrillos que estaba apilados, y con su mano dirigió mi verga a su entradita, la cabeza se deslizó en su hoyito, y empecé a penetrarla, pude meterle entre tres y cuatro pulgadas, no pude meter más, uno por tener puesto el pantalón, y segundo por lo incómodo, del lugar, sentía lo estrechito m caliente y húmedo de su canalito, ella estaba jadiando de placer, luego me dijo:

-Sácalo y guárdalo, viene gente, mejor vamos a tu casa, estamos sudando, y el olor de mi vagina lo siento muy fuerte, nos duchamos y los hacemos más cómodo.

Ya en la ducha vio mi pene, y se sorprendió por el tamaño, y me dijo que el de su novio era igual de grueso, pero que medía 5 pulgadas y media, me preguntó cuanto medía el mío y le dije que 8 pulgadas, ya en la cama, me dijo que quería mamármelo, y que yo se lo hiciera a ella, ya que al novio no le gustaba el sexo oral.

Con la vista del salón de costura, los besos y la pequeña cogidita incompleta de la garita yo estaba a punto, ella me mamaba y yo a ella en un 69, le dije que me corría, se metió más verga a la boca y esperó mi descarga de semen, me dejó limpio con su lengua, la puse boca arriba y le empezó a chupar su pusita deliciosa, mientras acariciaba su pelvis y su vellos, suaves y finitos, cuando estaba a punto de venirse le dije que la iba a penetrar, me dijo que despacito, porque el día que la desvirgó el novio no aguanto, y no tuvo penetración, y que lo había hecho con él tres veces pero parados, y que al hacerlo nosotros en la garita había sentido que yo había metido más que él.

Me lubriqué la pija con gel, y despacito la fui penetrando, ella cerró los ojos, y su sonrisa de placer empezó a dibujarse en su ristro, nuestras pelvis se unieron, mis huevos chocaron en sus nalgas, ella dio un gro de dolor y me pidió que la sacara un poco, la había topado, unos instantes mas empezó a retorcerse a morderme, giraba como loca sus caderas, gemía y luego se contorsionó y comenzó el concierto de gemidos al venirse en uno y otro orgasmo, me dijo que la llenara de leche, que esperaba que el otro día le viniera la regla, por vez primera recibía leche en sus entrañas, y al entrar los chorros se volvió a venir. lo hicimos en todas las posiciones, y la llené muchas veces, esa noche se quedó a dormir conmigo, por si es que dormimos.

Al día siguiente, en la ducha la volví a ensartar, sentí mucho más humedad y fue cundo ella me dijo que le estaba viniendo la regla, le dijo que me lavaba y que le terminara en la boca, me atreví y le dije que siempre estuve enamorado de su culo, y de la forma que lo movía al caminar, y que muchas veces me había masturbado pensando en su trasero, ella se quedó callada, luego me dijo, que me merecía romperlo, y que era en ese momento todo mío, le metí dos dedos para amoldarlo, y con jabón empecé a penetrar ese culo tan hermoso, ese culo que era la delicia de los ojos de los hombres, ahora era todo mío, la penetre al fondo, me entraba y salpica como loco, hasta sentir que me venía, y la llené de leche, saqué mi verga llena de semen y de mierda, le rompí esa delicia de trasero. me pidió que la acompañara a su casa, al llegar le dijo a su mamá:

-Mami se me cumplió mi deseo, te comenté que este chico era mi obsesión, anoche me despidió de soltera.

Se casó se fue a vivir a un departamento en el interior de la república, su marido trabajaba como médico, la volví a ver dos años después pero en otras circunstancias, con su mamá nos hicimos muy amigos, ella me cortaba el cabello, y pasaron ciertas cosas que en otras cosa que en el futuro les comentaré.
Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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