Hola, después de un tiempo por fin me decido a retomar el relato de aquella tarde espectacular. Gracias por sus comentarios.

Como les conté, los chicos salieron a comprar unas bebidas. Me encontraba tirado en la cama saboreando el rico semen que quedaba en mi boca, y disfrutando el que quedaba todavía caliente en mi cola. Aproveché para higienizarme un poco, aunque la verdad estaba tan cansado y extasiado que me hubiese quedado en cama. Me levanté a duras penas y me dirigí al baño, me lavé la cara ya que la tenía toda pegajosa, mojé mi pelo, enjuagué mi boca lamentando perder el embriagante gusto de mis amantes, lavé mi cola y la dejé lista para un nuevo encuentro. Mientras hacía esto no pude dejar de pensar en lo hermoso que la estaba pasando y esto hizo que me excite y comencé a masturbarme, no tardé en acabar y no pude evitar la tentación de probar nuevamente mi propio semen.
Terminada mi tarea regresé a la pieza, al entrar me pude dar cuenta que la misma estaba llena de olor a sexo, era un perfume fuerte y hermoso, nuevamente y desnudo como estaba me recosté en la cama y sin querer me quedé dormido.
No se cuanto tiempo dormí pero me despertaron unas manos que me masajeaban las nalgas, grande fue mi sorpresa al abrir mis ojos, un pene medio flácido recorría mi cara y pasaba por mis labios. Beto dijo, por fin se despertó la bella durmiente, y Dani agregó, justo para tomar la lechita. Dudé un segundo ya que el trato había sido con la luz apagada, pero a esta altura ya no estaba para hacerme para atrás, así que sin mas me introduje en la boca el pene que paseaba por mi rostro y me entregué al placer nuevamente.
El que masajeaba mis nalgas era Beto y el pene en mi boca era el de Dani. Beto al ver mi respuesta me levantó de las caderas dejándome en cuatro y abriendo mi cola con las dos manos comenzó a darme una lamida, nuestros encuentros habían convertido a Beto en un experto en el tema y sabía hacerme gozar hasta la desesperación. Me pasaba su lengua por toda la raya y cuando pasaba por mi agujerito la introducía sacándome suspiros de placer, luego poco a poco iba introduciéndome sus dedos de a uno preparándome para recibir algo mayor. Mientras tanto decidí demostrarle a Dani que yo también sabía hacer mi trabajo y ataqué sus testículos uno a uno, luego subí por su pene que a esta altura ya había crecido lo suficiente y me metía alternadamente su glande en la boca propinándole leves mordiscos, para bajar nuevamente a sus testículos, jugando de esta forma a que tenía un helado. En un momento levanté mis ojos y pude conocer por fin a mi nuevo amante, era realmente un lindo chico y en ese momento gozaba gracias a mis caricias orales.
Seguimos así un rato hasta que Beto se dio cuenta que ya mi ano estaba totalmente dilatado y dijo que también quería que se la chupe, Dani aceptó gustoso y los dos cambiaron de posición. Yo ni me moví y solo esperé que los dos se acomoden para seguir con mi primera orgía.
Si bien los encuentros con Beto eran fantásticos, y la cogida que me dio Dani había estado buenísima, nada se comparaba con tenerlos a los dos juntos dándome placer. Era el cielo para mí y no quería que termine esa tarde única …

Bueno chicos, espero que hasta acá les guste mi relato y si es así háganmelo saber. Les mando un beso y pronto continúo contándoles, porque sin duda todavía falta lo mejor.