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Categoría: Maduras

En el bar del pueblo

Buenas de nuevo, este finde esta en Segovia y he tenido otro encuentro interesante:



Tomando un café en el bar del pueblo llegaron tres matrimonios de alrededor de 40 ó 45, pero sobre todo me fije de una de las mujeres del grupo, ella tenia alrededor de 45 años, media 1,65 mas ó menos, tenia los pechos grandes cubiertos por una camisa blanca trasparente que dejaba intuir su sujetador blanco de encaje, tenia el vientre plano y un culo de bandera cubiertos por unos pantalones piratas vaqueros y unas botas negras de chúpame la punta. Su cara es hermosa, con pelo moreno a capas y una mirada madura y excitante.



Se sentaron en una mesa enfrente de la mía, ella se sentó enfrente de mí y cada poco nuestras miradas se cruzaban una vez tras otra, pero en una ocasión me pillo mirando sus pechos y ella paso sus dedos por el borde de su camisa mirándome provocativamente, ella llevaba desabrochando dos botones y dejaba ver el comienzo de esos espectaculares pechos, sus dedos rozaron el comienzo de sus pechos y saco su lengua recorriendo sus labios carnosos y mirándome con una mirada provocativamente y caliente.



Yo cruzando las piernas para acomodar la calentura de mis pantalones, ella se percato y sonrío pícaramente a mi maniobra, para después inclinar su cuerpo hacia un lado y recorriendo con una de sus manos maduras y exquisitas todo lo largo de su pierna para terminar apoyando dulcemente su mano en su espectacular culo, masajeando sus cachetes deliciosamente.



Tras un tiempo de juegos en presencia de sus compañeros de mesa, ella se levanta pidiendo disculpas para ir al baño pasando al lado mío y rozando su mano con mi pelo, dirigió sus pasos a los baños.



Yo tomando una decisión de valentía dirigí mis pasos y mi mente aquellos baños, estos baños tienen una zona común donde están los lavabos, en esta zona nos cruzamos, ella estaba lavándose las manos y al abrir la puerta ella levanto la cabeza y mirando traves del espejo me miro fijamente a los ojos, yo me acerque a ella y pidiendo permiso rocíe mis manos con jabón a la vez que rozaba mi miembro con su trasero, a lo que ella respondió alzando su culo hacia arriba para notar poda la extensión de mi polla.



Ella se sujeto al lavabo con sus manos y comenzó hacer movimientos circulares con su culo alrededor de mi polla, yo aclare mis manos pasándolos por entres sus brazos y sus pechos, tras tenerlas limpias empece acariciar el comienzo de sus pechos introduciendo mis manos poco a poco entre su camisa y su sujetador, realizando círculos alrededor de sus pezones, comenzando a percibir el crecimiento de estos en mis manos, por lo cual introduje una de mis manos por dentro de su sujetador para comenzar a dar pequeños pellizcos en su pezón y con la otra mano comenze a bajarla hacia el comienzo de sus pantalones, pero ella freno sus movimientos y agarro mi mano llevándome al interior del retrete femenino a la vez que me plantaba un beso húmedo y cálido en la boca introduciendo su lengua en mi boca y recorriendo con ella todos los rincones de esta.



Ya dentro del retrete, ella llevo sus manos a mis pantalones bajándomelos con maestría y rapidez y yo acerque mi boca a sus pechos y con las manos comencé a desabrochonar sus pantalones descubriendo un tanga negro de encaje transparente que cubría un coño cuidado y depilado totalmente. Al descubrir ese tesoro me arrodille ante aquel monumento besandole por encima del tanga y dando pequeñas succiones a su clítoris a lo que ella respondió con pequeños gemidos:



- HUAA, HUUA! Sigue cariño no pares dame placer por favor, dame placer, hazme gozar de verdad, no como el cornudo de mi marido.



Te gusta! Dímelo, pídeme que siga, córrete en mi boca.



Eche hacia un lado su tanga y comencé a recorrer toda su raja con la punta de mi lengua, introduciéndola poco a poco dentro de su preciado tesoro;



Que rico, dale no pares, MUAA, MUAAA, AHAAA!.



Comencé a succionar su clítoris y le comencé a introducir dos dedos en su raja ya chorreante de jugos.



Para que me corro, quiero probar tu polla dámela, quiero saborearla.



Tras sus palabras se arrodillo ante mi polla desafiante al cielo y comenzó a introducirse toda la extensión de mi miembro en su boca, con sus manos masajeaba mis pelotas con cariño y dulzura. De vez en cuando pasaba su lengua por toda el largo de mi polla mirando desafiante hacia arriba con una cara desencajada por la excitación. Yo acariciaba su pelo con mis manos siguiendo el ritmo de su mamada, con una comencé a sacarle la camisa y el sujetador, acariciando sus pezones y dándola pequeños pellizcos. Ella gemia; "AAHHH! Dale, no pares correrte en mi cara, mi niño.".



Yo arqueaba mi espalda por el placer que me proporcionaba la mamada de esta experta chupadora, no podría aguantar mucho mas, cosa que ella entendió por la expresión de placer de mi cara, introdujo mi polla entre sus pechos y muy despacio para controlar mi excitación, comenzó a realizarme una placentera cubana, introducía mi capullo rosado en su boca cálida y húmeda, yo con mis manos estrujaba sus tetas para impedir que mi polla escapara de esa prisión magnifica en la que se encontraba.



Ella poco a poco fue quitando sé la ropa, a la vez que introducía un par de dedos en su concha roja y chorreaste de jugos, produciendo unos pequeños gemidos;"UHH, UHUHH, AAHH!, Mas quiero mas, follame, vamos follame.".



Yo ante sus suplicas, la levante por los sobacos, a la vez que recorría con mi lengua su cuerpo, ella no paraba de pelar mi polla, la cual se encontraba en todo su esplendor (alrededor de 21 cm), de un impulso ella salto y abrazo mi cuerpo con sus piernas y brazos, yo coloque mi polla en la entrada de su cueva y comencé a comerle la boca e introducir mi lengua por todos los lados de su boca enrollando nuestras lenguas en una única, con pequeños impulsos de cadera introducía el comienzo de mi polla en su ya palpitante coño, realice este movimiento al menos 5 veces, ella ya no pudo mas y dirigió sus maduras manos a mi polla y dejándose caer comenzó la mejor follada de mi vida, comenzamos torpe, provocado por la excitación acumulada, pero en unos minutos acompasamos nuestros cuerpos y comenzamos unos movimientos de sube y baja perfecto. Ella comenzó asaltar con mayor virulencia sobre mi polla y a emitir pequeños gemidos, con una mano acariciaba sus pezones,..... Un ruido freno nuestros movimientos.



" Ana, Ana, estas por ahí?". Era su marido buscando a su preciosa putita, la cual tenia mi polla totalmente dentro de su chorreante coño. "Lo tenemos que dejar amor, era mi marido, debe estar muy furioso, no se cuanto tiempo llevamos aquí" "Dame tu teléfono y quedamos con mas tiempo, AHH!" Toda esta conversación se producía mientras no parábamos de follar, "Vale, toma una tarjeta de mi bolso, deeacuerdooo".



Ella se bajo de mi cintura y comenzó a vestirse dejándome como relajo su tanga negro lleno de sus jugos, yo me quede para que no nos viesen salir juntos, pero mañana mismo la llamo para terminar este polvo magnifico, interrumpido por un marido cornudo.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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