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01 - Fotografías nocturnas

Si aquella noche no hubiera decidido hacer fotografías, muchas cosas no me hubieran ocurrido.

Tampoco vi que alguien me miraba fijamente.

Hasta que se acercó, yo seguía enfocando a la fuente iluminada, he de reconocer que su fragancia me llegó de forma intermitente, pensé que el móvil podía ser la causa, hasta que me habló.

Adelanto de una felación y proyecto de echarme un polvo después de la fiesta, a ser posible que dure mucho, preciso pareja de inmediato y debido a la fecha no he encontrado ni de alquiler.

Aparté la mirada del visor y mi mirada se desenfocó, la fragancia me envolvió. Giré la cabeza y la vi.

De unos cuarenta pasados, mirada inquisitiva, mujer acostumbrada a salirse con la suya, siempre, mandona para más detalle y además interesante, ya que su mirada y su rostro no estaban de acuerdo, vi preocupación y juraría que llevaba antifaz, aunque eso solo estaba en mi mente.

Iba a preguntarle pero se anticipó.

Puedo añadir el papel de sumisa, aunque debemos pactar un tiempo y condiciones para ese juego, ya que sumisa no tengo nada.

¿Qué sabes de la sumisión? – Pregunté por ganar tiempo, estaba fuera de juego, bueno, de su juego.

La sumisa no es una mujer fácil, seguramente no lo sabrás, a la sumisa te la tienes que ganar y no a base de follarla sin medida, no es de tu propiedad.

Tú ya ofreces una felación como anticipo.

Eso se debe a la urgencia, nada más.

¿Qué tipo de fiesta es?

Jodidos yuppies anticuados y nueva generación de seres amorfos, sin definir. La fiesta va de ascensos, descensos y despidos de la empresa donde trabajo.

¿Sabes en que carpeta te encuentras?

Tengo dudas, en ascensos lo dudo, todo es para ellos.

No respondí, pensaba en la felación en plena calle.

Será hasta media noche, a las 00:30 termina la fiesta. Hay buffet, y una buena barra, no pasarás hambre ni sed, del resto me ocuparé después, y si quieres, podemos dormir, bueno, follar allí mismo, es un hotel de cuatro estrellas donde tenemos cuenta, se ve desde aquí.

¿Qué es una felación para ti? – Pregunté intrigado, la tía empezaba a ser interesante.

Es una forma de saber en qué medida abrirá la vagina, es decir, el volumen que podré sentir o no, tengo un problema, me mojo con pensarlo.

¿Eres muy húmeda?

Si, y a algunos tíos les molesta – Protestó.

No tienen ni idea, lo que me hace pensar que si eyacularas, ellos no se darían cuenta.

No veía sus ojos que estaba de espaldas al tráfico, yo estaba entre la fila de árboles del paseo, pero si vi su cambio de gesto, además de otro detalle, sus pezones se habían endurecido.

¿Qué sabes tú de eso?

Burla en su tono.

Sé que en ese momento se debe de refrenar, es decir, ralentizar la excitación, de esa forma eyacularás llegando al final, algo parecido a nosotros, pero con diferencia. Una vez comprobado por tus orgasmos que has terminado de eyacular, hay que seguir excitando al clítoris, de esa forma subirás de nivel, y tus orgasmos cambiarán, y ya no será igual en la próxima vez, me refiero que debe de hacerte llegar de nuevo a ese nivel, y con el tiempo, subir otro escalón, algunas se mean a la vez que eyaculan, no pueden evitarlo.

Te han meado alguna vez – Tono incrédulo.

Si, y no dejó de tener gracia. Ella quiso levantarse de la cama para ir al baño, no la dejé. Piensa que estés penetrada y te mees, yo lo vi natural, ella jadeaba y no quería que se cortara esa prolongación de orgasmos diferentes, ya cada una los tiene de forma diferente, pocas lo cuentan, yo lo hice pasado unos días, la que me meó quiso repetirlo.

Pero mi precio no es echarte un polvo, ni el anticipo. Mi precio es que me proporciones tías, modelos, que hagas el trabajo de captación.

¿Qué ganarás?

Pasta, tengo a quien vender esas fotografías. Algunas veces se mosquean, yo veo en sus mujeres algo que ellos no ven, y eso les molesta, incluso desconfían que les sean fieles, no hay nada peor que el complejo de inferioridad.

No querrán, puede que alguien de la sociedad las vea, y si es así la convertiría en su puta, si no, a la calle, sería despedida.

Prueba, cuenta conmigo como compañía, y hazme caso, pregunta.

Puedo decir que si y después no hacer nada.

No importa, se lo que hago.

¿No quieres el anticipo? – Insistió – Tengo el coche en una zona mal iluminada, la farola se apaga de vez en cuando.

Ya te he dicho que te lo ahorres, no preciso que pagues nada por anticipado.

De nuevo me miró, silencio, cambió de apoyo, ahora se apoyó en su pierna derecha.

La verdad es hace mucho tiempo que no me como una rosca, y una felación es lo quiero. Creo además que es importante para el conocimiento de lo que te va a penetrar en breve.

Debes saber que yo analizo lo que intenta producirme la tía que tengo entre manos, es imposible a la primera vez la cosa salga bien, ignoras todo y nunca te dicen que quieren, la mayoría no se lo cuestionan, eres un desconocido y saben que puedes desaparecer, es decir, no volver a quedar para follar.

Es posible.

Me di cuenta que la charla sobraba, supuse que el tiempo se había terminado.

¿Hay que ir de alguna forma vestido?

No, es informal, quieren quitar hierro al asunto, y nunca lo consiguen, muchas se ponen sus mejores galas, procurando llamar la atención y todos se venden, absolutamente todos sin excepción, incluso las parejas que llevan, que en su mayoría son falsas.

¿Cómo lo sabes?.., listilla – No puede evitarlo.

Gilipuertas, mi trabajo está en las fronteras de los negocios, todos los días busco nuevos negocios, incluso desconocidos, algo impensable para la gente, y eso me da cierta autoridad para el conocimiento de la gente, de los tíos, todos antes de hablar ya me han follado varias veces.

Eso debería de alguna forma tranquilizarte – Solté en el mismo tono.

No lo creas, muchos y es una gran mayoría son de piñón fijo, no les gusta que les pases trabajos y negocios desconocidos, quieren que les pases la información y ellos no buscarse la vida, currarse ese nuevo negocio, son vagos, me supongo que harán en la cama. Y dejemos esta charla absurda, y dime ¿Qué es lo que más te gusta que te hagan?

Se había acercado más, la distancia sería de medio metro, me observaba de cerca, había poca luz.

Como abraza – Respondí despacio.

¿No comprendo? – Balbuceó.

He pensado como sería tu abrazo, suponte en la cama o donde estuviéramos acostados, mi rostro entre tus pechos y tus brazos en torno a mi cuerpo, me abrazan, es donde me siento más a gusto. Incluso dormiría.

Me dejas sin palabras – De nuevo balbuceó.

Tengo muchas cosas raras, me lo dicen de vez en cuando, pero es que soy así, y reconozco que no me van bien las cosas.

Tío, entretienes. Volvamos al tema que nos ocupa. Dime algo que quieras, antes de entrar necesito haberte accedido a alguna petición tuya, lo necesito – Exigió.

Dudé un poco, y pensé en sus pezones endurecidos. Sonreí en la sombra.

Enséñame los pechos.

Solté bajando la voz, pasaba gente.

¿Aquí? – Extrañeza en su tono.

Estás de espaldas, nadie lo verá – Argumenté sonriente.

Dudó mirando a ambos lados de la acera, cierto es que apenas había dos personas esperando en el semáforo para cruzar la calle, y se decidió.

Se subió el jersey que llevaba, desabrochó los botones de la blusa y se soltó el sujetador, era de los que se abrochan delante. Dos bonitos pechos, de nuevo sus pezones se endurecieron, lo digo por no pude evitar rozarles con la punta de dos dedos, ella acusó el roce, sus poros se erizaron, me aguanté las ganas de acariciarles, me gustaban ya que los pezones parecían tirar del pecho hacia arriba, y su piel tersa y muy suave, para comérsela entera, huesos incluidos.

¿Suficiente? – Pregunté bajando la mano hasta su cintura.

No me miró mientras recomponía la ropa, un transeúnte pasó por detrás de ella sin mirarnos.

Pobre, eres pobre, otro en tu lugar hubiera aceptado la mamada e incluso el polvo, mejor anticipado que de promesa.

Olvidas ese abrazo, ahora tengo una idea más acertada de los pechos, me gustan así como el tacto de tu piel. De todos modos tú decides. El tiempo se está acabando.

Se acercó más, apenas tenía espacio mi brazo entre los dos cuerpos, ahora si podía ver sus ojos, su mirada, supe que estaba confundida, exigí poco, esa era la razón.

Vamos a la fiesta, pero desconfío de ti, puede que seas un lobo disfrazado de cordero, esa historia que me has contado me lo ha dicho, hilas fino, muy fino.

No seas tan dura conmigo, yo resuelvo tu problema y a cambio me buscas modelos, solo pones eso, no pido tu cuerpo ni un número determinado de polvos, algo así como un pago aplazado sin intereses – Sonreí de mi propia tontería.

Lo que digo, te situó en el escalafón, eres un majadero. No tienes ni idea de lo que nos espera. Por cierto, debemos tener los números del móvil, no son tontos.

Podía hacerte una foto de tus pechos y…

No, y además procura que no enreden, se esquivo y llegado el caso pásate algunos pueblos con ellas, eso les dará que pensar, saben que soy agresiva, y por esa causa tú no puedes ser simplón, desconfiarían.

De acuerdo, veremos cómo termina la película.

Antes de encaminarnos al hotel, le hice un par de fotografías en la fuente iluminada, y nos encaminamos hacia el iluminado hotel, se cogió de mi brazo y de nuevo me sorprendió. Se adelantó levemente poniéndose delante de mí, y atrapó mis labios con sus dientes, iba a protestar pero me sujetó con el brazo, vi alarma en su mirada, seguí su juego y metí mi lengua en su boca, me estaban haciendo daño sus dientes, de esa forma soltó la presa apresando mi lengua con la suya y el paladar, sentí la cercanía de alguien, un tipo que olía a ambientador.

Datos del Relato
  • Categoría: Dominación
  • Media: 9
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 590
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