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Categoría: Orgías

Orgias Juveniles III

Hola, me llamo Karin y soy de Lima – Perú. Esto es la contunuacion de lo narrado en “Orgías Juveniles I” y “Orgías Juveniles II”. Espero que les guste.

Era un nuevo día. Nos levantó la abuela un poco tarde y nos llamó a desayunar. Todos muy contentos tomamos el desayuno entre bromas veladas y de doble sentido referente a la noche anterior, los chicos mayores me miraban como una mas del grupo y eso me gustaba mucho.

Al finalizar nos dirigimos a la pileta y nos depusimos a tomar el sol, cachondamente nos pusimos unos a otros loción bronceadora y nos recostamos a descansar.

Mas tarde bajaron nuestras mamás a tomar un poco de sol, portaban unos bikinis muy pequeños que las hacían verse regias. Se veían realmente muy bien, como dirían los hombres estaban buenísimas. A los chicos se le caía la baba y las veían casi como no dando crédito a lo que veían.

Pidieron a la empleada de la casa unos tragos y se pusieron a dorarse también un poco. Los chicos mas grandes y lanzados se ofrecieron para aplicarles loción. Al hacerlo además de nerviosos se les notaba la verga paradísima, se estaban dando un verdadero banquete y ellas muy coquetas solamente sonreían a las bromas que los chicos les hacían.

Así transcurrió la tarde y después de la siesta nos reunimos por la noche en la sala para la gran diversión. A pesar del sexo de la noche anterior todos queríamos mas. Después de platicar un rato, a una seña de uno de los muchachos todos "los grandes" nos levantamos y nos fuimos a una recamara. Como siempre nos sentamos en la alfombra alternados y formado un circulo. Todas las chicas traíamos minifaldas y al sentarnos con las piernas cruzadas dábamos un gran espectáculo que por supuesto no disgustaba nada a los chicos. Por fin después de breve silencio uno de los chicos dijo:

- ¡Sugerencias!

- ¡Besos cachandos!. dijo una de las muchachas.

- ¡streptese!, dijo otra de las chicas.

Otro muchacho dijo:

- ¿Porque no hacemos como la otra vez? ¡sexo en vivo!

Algunos de los que estábamos ahí no habíamos jugado ese juego, por lo que uno de los muchachos lo explico:

- Miren, giramos la botella y a la pareja que le toque, para calentarnos a todos, tienen que coger de una forma muy cachonda delante de todos hasta terminar.

- ¡Ok!, todos estuvimos de acuerdo .

- ¿Hay voluntarios ? o giramos la botella.

A mi me daban ganas de ofrecerme como voluntaria pero medio algo de miedo, así que mejor no dije nada.

- Bueno, como no hay voluntarios que gire la botella.

La botella empezó a dar vueltas y finalmente apuntó a un pareja al detenerse. Ella era una de las chicas mayores de catorce años y él era un chico guapo de dieciséis años. Ni lentos ni perezosos pasaron al centro de la rueda y se empezaron a besar. Después de unos cuantos besos muy ardientes empezaron con lo bueno. El chico siguió besando el cuello, las orejas y ella obviamente correspondiendo le acariciaba la verga por encima del pantalón. Él le quito a la chica la playera que traía y ella le quito su camisa.

Vaya par de tetas tenía la niña, eran realmente de buen tamaño. Él se las acariciaba y se las mamaba con gran excitación y ella se retorcía del placer que sentía. Nosotros a estas alturas estábamos ya supercalientes.

El chico le sacó la falda y se quedo solo con su calzón. Ella le quito el pantalón y quedo solo en truza. El estaba excitadísimo y se le marcaba su verga que se notaba que estaba como roca. El espectáculo era sumamente excitante mi conchita palpitaba de la calentura y mi calzoncito reflejaba la humedad tan tremenda que tenía .

Todos babeabamos por participar de manera que cada quien tomó al que estaba mas cerca y con una masturbación mutua seguíamos viendo el espectáculo sin perder detalle.

Cuando los dos quedaron desnudos se costaron en la alfombra y se acomodaron en un grandiosos 69

!Que cuadro¡ !Casi me venia nada mas de verlos¡

Mientras la pareja gemía por el placer que sentían (incrementado por el hecho que todos los viéramos), todos los demás nos manoseábamos como locos. El chico que estaba junto a mi ya me había bajado mi calzoncito y me metía su dedo deliciosamente, en tanto que yo le acariciaba su verga metiendo mi mano por el cierre de su pantalón. La tenía durísima y de muy buen tamaño.

Por fin el chico acostó a la muchacha y se puso en medio de sus piernas listo para cogersela. Se las abrió y subió estas a sus hombros, se la clavo de un solo golpe y empezó a bombear. Nunca imaginé que este cuadro fuera tan excitante. Todos empezamos a gritar. La chica le colocó sus piernas alrededor de la cintura y se movía muy fuerte, gemía y casi lloraba por lo que estaba sintiendo.

De pronto detuvo el joven y cambiaron de posición . Ella quedo arriba y se la metió inmediatamente y siguió con un movimiento increíble. Sus tetas se movían de arriba abajo. Él la tomaba de las nalgas y se la metía con mucha fuerza. Ella gemía y gritaba muy fuerte cuando se empezó a venir. Fue tan riquísimo verlos que varios de nosotros alcanzamos el orgasmo junto con ella. El chico la sujetó con fuerza y gritó:

- ¡Me vengo! ¡Me vengo!

Ella se salió inmediatamente y tremendos chorros de leche saltaron de la verga que instantes antes tenía clavada hasta el fondo.

¡Que excitante fue ver todo esto!

Todos gritábamos y aplaudíamos como si nosotros lo hubiéramos hecho. Uno de los chicos dijo:

- Bueno pues, ¡Aleluya! ¡aleluya! ¡Que cada quien agarre a la suya! .

Uno de los Chicos mas grandes me tomó de la mano. Inmediatamente se formaron parejas y con lo caliente que estábamos casi corriendo nos fuimos cada pareja a una recamara. En cuanto entré con mi chico al cuarto empezó un faje impresionante casi nos arrancamos la ropa y nos acomodamos en un 69 delicioso. Yo me sentía en las nubes cada ves que metía su lengua en mi hoyito y cuando chupaba mi clítoris casi gritaba de placer. Por mi parte mamaba su verga lo mejor que podía y al parecer le encantaba porque gritaba que siguiera.

Por fin se decidió, se puso arriba de mi y me ensartó con su dura y hermosa verga. Yo abrace con mis piernas su cintura y empezó un va y ven increíble, hasta que explotamos en un orgasmo simultáneo.

¡Que cantidad de leche recibí en mi conchita¡ ¡Era delicioso! ,

Lo caliente de su leche y las palpitaciones de su verga junto con las contracciones de mi vagina hicieron que nuestro orgasmo además de intenso y delicioso fuera muy largo. El se desmadejó sobre mí y sin sacar su verga de mi conchita me acariciaba y me decía que había sido delicioso.

Todo era hermoso. Me comentaba que le había gustado y excitado mucho cuando estábamos sentados todos en la rueda la forma en que enseñaba mi calzoncito y lo buenas que se veían mis nalgas y piernas; que además se había impresionado mucho un día antes cuando gané "el premio mayor" al ver mi conchita sin nada de vellos y de como había gozado la tremenda cogida que me habían dado, que por eso al elegir el me sujetó inmediatamente a mi.
Me decía que tenía la conchita mas caliente y apretada que se había cogido y que además, como todavía podía cogerme sin condón y echarme toda su leche adentro, el placer era mayor; que hacia poco se cogió a otra muchacha mas grande que yo, pero que no se asemejaba ni un poco con lo que acabábamos de hacer.

Con toda esta conversación nos volvimos a excitar y como su verga no había perdido dureza me propuso empezar nuevamente.

- ¿No quieres subirte?, me dijo.

- !Con mucho gusto¡, le contesté.

Y ya estando arriba subía y bajaba de manera que sentía que su verga me llegaba hasta la garganta.

¡Pero que delicia!

A pesar de haberme venido muy fuerte momentos antes, esta cogida estaba siendo suprema. Me jaló hacia él y mientras me movía al ritmo que mas nos gustaba nos besábamos furiosamente. Nos acoplábamos en forma perfecta y con este tremendo movimiento alcancé otro orgasmo.

¡Que delicioso!

Me seguí moviendo e increíblemente antes de terminar el primer orgasmo me empezó un segundo pero mucho mas intenso, de manera que casi le arrancaba la boca de lo fuerte que lo besaba al estarlo experimentando. El me apretaba las nalgas de manera que también experimentaba un gran placer. Así siguió hasta que se vino nuevamente y volvió a inundar de leche mi conchita.

!Que delicia¡ ¡Estábamos en el cielo!

Disminuimos el movimiento lentamente y permanecí encima de el bastante tiempo disfrutando esas deliciosas contracciones de mi orgasmo.

- Oye, eres una pequeña maquina de sexo, me dijo. ¡Es lo mas delicioso que he hecho en mi vida!

Permanecimos así un tiempo hasta que oímos ruidos fuera, de manera que nos vestimos y salimos para reunirnos con los otros. Todos estábamos muy contentos y satisfechos, así que nos dimos las buenas noches y cada uno nos dirigimos a nuestra habitación .

Al llegar a mi cama, me quité mi calzoncito empapado de leche. Su olor me parecía delicioso y excitante. Había pasado un día mas de placer, me dormí feliz pensando en lo afortunada que era al tener una familia como la mía.

Karin.

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Datos del Relato
  • Autor: Karin
  • Código: 16813
  • Fecha: 13-06-2006
  • Categoría: Orgías
  • Media: 5.13
  • Votos: 47
  • Envios: 7
  • Lecturas: 4403
  • Valoración:
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