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NOCHE CON SUERTE

"Como una noche cumplo una fantasía, con una madura, siempre mi presa preferida"

 

Desde que me inicie en el sexo he sentido atracción y deseo hacia mujeres mayores que yo. No me preguntéis el motivo, pues no hay uno en concreto, no sé si será por su experiencia, por el morbo de estar con una casada, o por el morbazo que me da imaginar que alguien mayor pueda sentirse atraída por mí.

Mi nombre es Raúl y tengo 23 años, este relato es 100% verídico a excepción de los nombres los cuales he decidido cambiar.

Vivo en un pueblo cercano a Barcelona, a unos 15 minutos en coche de la gran ciudad, estudio marketing y mi meta es dedicarme al mundo comercial, al igual que ha hecho gran parte de mi familia, me considero una persona extrovertida y con cierto don de gentes, algo que viene bien cuando lo que buscas es conocer gente y ligar.

Físicamente me describo una persona con cierto atractivo, 1,80 de estatura y 83 kg de peso, ojos marrones al igual que mi pelo. Complexión atlética, pues siempre he practicado deporte de forma regular.

Como de costumbre, mis amigos y yo nos disponíamos a salir un sábado mas de fiesta por el centro de la ciudad, cansados de discotecas donde solo podíamos conocer a chicas de nuestra edad que solo hacen que decepcionarte por su poca experiencia y sus pocas ganas en la cama decidimos junto a mis 2 acompañantes ir a una de las discotecas donde la media de edad era algo mas alta a las que normalmente íbamos. Me puse mis mejores galas, me perfume con mi mejor perfume (Calvin Klein One) y me peine con esmero y dedicación, esta tenia que ser una gran noche.

Una vez dentro de la discoteca, pude comprobar como efectivamente la media de edad era bastante mayor a la nuestra, aun así y sin ningún tipo de miedo nos dejamos llevar por la magia del lugar y empezamos a disfrutar, bailoteo por aquí bailoteo por allí, empezamos a beber nuestras copas de rigor, lo cual ayudo a que aun más nos desinhibiéramos. No dejaba de buscar a mi alrededor una mujer a la que poder entrar, pude observar como al final del local y en una especie de reservado un grupo de unas 15 personas celebraba lo que parecía un cumpleaños, nos acercamos a bailar a una zona cercana a disco reservado. Fue entonces cuando detecte perfectamente la mujer ideal para mi en aquel lugar, debía tener alrededor de unos 47-48 años, morena, vestida con unos tejanos ajustadísimos sobre unos tacones de infarto y una camiseta con estampado de leopardo, desde el primer momento supe que me perdería en esas curvas y que daría lo que fuese por lamer y relamer cada parte de su bello cuerpo. Con unos pechos nada extravagantes pero un culo impresionante aquella mujer consiguió que menos de 20 segundos después de haberla visto hubiese tenido una erección impresionante.

Intente contactar con ella de forma visual, buscando que su mirada y la mía se cruzaran y poder lanzarle alguna señal, no hubo suerte, debía estar muy ocupada disfrutando del momento. Aun así, mi instinto comercial y mi don de gentes hicieron que no me rindiera, al cabo del rato me di cuenta de que mi diosa salía de su reservado dirección a la barra a pedir una consumición, fue en ese momento donde me arme de valor y me dirijo en su búsqueda pensando con que excusa podría intercambiar las primeras palabras con ella:

Yo: Disculpa, estáis celebrando un cumpleaños verdad?

Ella: Si, no lo ves? Jajaja

Yo: La verdad es que de todo el reservado solo me he fijado en ti.

(El alcohol estaba haciendo efecto en mi persona y me genero un plus de confianza extra)

Ella: ¿Qué edad tienes?

Yo: 23 años, y tú?

Ella: Ufff, creo que alguno más jajajaja

Justo en ese momento y mientras se reía se apoyó en mi permitiéndome que con uno de mis brazos yo también pudiera apoyarme en ella poniendo mi mano en su zona abdominal, lo hice con cierta picardía, pero siempre de una forma dulce, pues no quería que se llevase una impresión equivocada.

Yo: Por cierto, llamo Raúl encantado

Ella: Soy Rosa

Al momento nos dimos dos besos en los que volví a apoyar mi mano en zonas cada vez más calientes.

Estaba claro que existía cierta conexión y que mi edad lejos de incomodarle le resultaba atractiva.

Yo: Me permites que te invite a una copa?

Ella: Me encantaría, pero tengo que volver al reservado, y a parte no creo que a mi marido le hiciese mucha gracia verme aquí contigo…mientras me dijo eso me guiño su ojo derecho

Yo: Una verdadera lástima, me has parecido encantadora

Justo en ese momento y mirándome el paquete (el cual presentaba una evidente erección) me respondió:

Ella: Ya veo ya, jajaja, bueno guapo un placer

Justo en ese momento nos dimos dos besos y note como su mano acariciaba mi polla a punto de explotar poniéndome aun mas cachondo si cabe, al momento se esfumo entre la multitud de la gente dejándome con una erección increíble.

Estaba cachondo, y sabia que ella también, necesitaba poder comerme a esa mujer, necesitaba sentirla pegada a mí, necesitaba disfrutar con ella esa noche, y si algo tenia claro, es que en ella también había generado esa sensación.

Al cabo de media hora y harto de cruzar miradas con ella decidí ir al baño, mientras con la mirada le hacia una seña para que me acompañase, efectivamente subió a la planta de arriba con esa sonrisa picara donde yo le esperaba en la puerta del baño apoyado en la máquina de tabaco:

Ella: Estas jugando con fuego y te vas a quemar.

Yo: No sabes como me tienes desde el primer momento en que te he visto.

Ella: Con mi marido abajo no puedo hacer nada, Apúntate mi teléfono y escríbeme.

Así lo hice, y le mandé un WhatsApp con un emoticono de esos lanzando un beso, ella se metió en el lavabo y yo volví a la planta de abajo donde me esperaban mis dos amigos ya en ese momentos borrachos, al cabo de un minuto recibí una fotografía de ella sentada en la taza del váter de la discoteca donde me enseñaba su par de tetas, y otra donde salía con un tanga de color negro.

Mi polla iba a explotar, necesitaba follarme a esa madura, que me reventara, fue entonces donde le escribí:

Te espero en 15 minutos en mi coche, invéntate lo que quieras pero ven, no te arrepentirás.

Me respondió con un simple ok.

Dicho y hecho, llegue a mi vehículo y le mande mi ubicación, en menos de 10 min estaba allí. Fue subirse al coche y empezar a besarnos a un ritmo increíble.

Ella: Raulito no tenemos mucho tiempo, no quiero que mi marido se moleste.

Pasamos al asiento de atrás, nos quitamos la ropa mutuamente y se quedo sorprendida por el nivel de erección que llevaba.

Empecé a lamerla entera, mientras gemía de gusto, le como las tetas y pasé mi lengua por cada cm de su piel, me detuve en su ombliguito mientras me empujaba con fuerza hacia su precioso y depilado coño.

Yo: Ummm sí que estas húmeda

Ella: Me encantas

Empecé a lamer aquello de una forma que al juzgar por sus gritos debía ser increíble, al cabo de unos minutos grito que se corría llenando mi boca de un delicioso e increíble flujo vaginal.

Estaba a 100, necesitaba follarmela, justo en ese momento noto como vibraba el móvil en su bolso, era su marido.

Ella: Si cariño ya voy, he salido a tomar el aire, estaba algo mareado.

Fue colgar y meterse mi miembro en su boca, quería que me corriera pero necesitaba meterla dentro de ella.

Ella: córrete, me tengo que ir.

Yo: déjame que te la meta.

Y así fue, se puso encima mío y empezó a cabalgar como una loca gritando todo tipo de improperios por su boca, al cabo del rato volvió a correrse y fue en ese instante donde me pidió que me corriera en su boca.

Dicho y hecho, se agacho entre el asiento de delante y los de detrás y empezó a comerme la polla con gran delicadeza y una técnica depurada haciendo que me corriera llenándole la boca de leche, le pedí que se lo tragara y besara a su marido en cuanto lo viera.

Ella: Ha sido increíble, volveremos a vernos, seguro, y tendremos más tiempo y espacio

Yo: Ojalá sea cierto lo que dices.

Se vistió y marcho con cierta prisa, me vestí y me fume un cigarro antes de volver a la discoteca, una vez allí me rencontré con mis amigos y la observe como disfrutaba en su reservado, entonces fui yo quien le guiñe un ojo sabiendo que esa noche se iría a casa bien servida habiendo probado un buen rabo jovencito.

A la mañana siguiente, y recién levantada me envió una fotografía tumbada en su cama con el marido al lado aun durmiendo, en cuanto me levanté se la correspondí con una mía absolutamente desnudo y con mi tradicional erección matutina.

Datos del Relato
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