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La chica del Porche de la casa

Con frecuencia camino por una calle relativamente sola cuando voy al trabajo (8am) y de regreso (5Pm); en esa calle siempre veía en las mañanas a una joven en el porche de una casa limpiando, lanzando agua por todas partes y cepillando el piso rustico con jabón, cepillo y la fuerte presión del agua. Era tanta la frecuencia de vernos a diario y en la misma rutina, que empecé a sentir confianza y empecé progresivamente a saludar, aumentando cada vez mas la extensión del saludo: buenos días, ¡usted si trabaja!, buena presión de agua.... hasta el punto de lograrme detener unos minutos cada mañana. Pues les cuento que la chica recién cumplió 19 años y la familia de esa casa la trajo de una región lejana con el compromiso que le garantizaban casa, comida, manutención a cambio de mantener limpiar y cuidar la casa, entregar y recibir los niños. Ella además estaba aprovechando de sacar el bachillerato que había abandonado en su pueblo por ser muy pobres...
En una oportunidad me comprometí en ayudarles con las tareas de sus estudios, ella queda siempre sola todos los días, desde las 6am como hasta las 7pm. Yo pedí un permiso en me trabajo por un par de días y acordé con ella de pasar en la mañana y ayudarla con unas tareas. Efectivamente llegué, según lo acordado, un día martes a las 7:30am. Luego de tener una faena intensa de investigación y explicaciones, logré que se pusiera al día con las tareas. Noté que realmente necesitaba ayuda. Ella quedó muy agradecida y de recompensa me invitó para el siguiente día a degustar un desayuna, porque ese día ya eran como las 12m y debía buscar a los dos niños de la dueña de la casa a las 12:30pm.
Efectivamente al siguiente día (miércoles) llegué a la misma hora a la casa y me tenía el desayuno preparado. Conversamos al rededor de una hora, cada vez los temas de conversación eran más a lo personal y entre ciertas picardías, risas, se fue calentando el momento. Me dijo que siempre ha querido tener un amigo hombre para consultarle temas personales que siempre le generaban curiosidad, para lo cual me puse a la orden para responder y hacer lo que ella quisiera sin ningún tipo de tabú. Pues lo primero que me preguntó es que si le parecía atractiva (ella es una morenita un poco feita de cara, pero un cuerpo espectacular); llegamos al punto de que me preguntó sobre el sexo oral y que si eso no me daba asco, a los que yo le respondí que dependía con quien... palabras mas, palabras menos, llegamos al extraño acuerdo que yo le enseñaría sexo oral, pero que todo quedaría en completo secreto y sin compromiso de ninguna relación (una de las condiciones de vivir allí era que nada de novios). Yo no podía creer mi suerte. Bueno les cuento que ese mismo día me permitió pasar a su habitación con la excusa de revisarle un problema eléctrico, allí empezamos a juguetear, hicimos competencia de aguantar cosquillas, hasta que le propuse en hacerle sexo oral y demostrarle con la práctica lo que me había preguntado horas antes. Al principio se negaba, pero con cierta duda, me decía que le daba miedo y que nunca había hecho algo parecido... Luego de tanto insistir, finalmente acepto pero con la condición que no viera y dejar todo a oscuras. Bueno, apagó las luces y se quitó el pantalón, intenté acariciarla pero solo permitió que le tocara allí abajo, es decir la vulva, tampoco dejo que le quitara la pantaleta, por lo que con suavidad empecé a lamer sobre la pantaleta, la cual ya le sentía cierta humedad, poco a poco fui apartando a un lado la panty, con mucha dificultad porque casi no dejaba que metiera las manos. Pero finalmente le chupé la vulva, por dos horas, le metí la lengua, tubo como 5 orgasmos, era sorprendente la cantidad de fluidos que le salía, con un sabor y olor intenso, pero todo lo chupe. .. Fue un poco extraño, porque a pesar de su excitación, movimientos, ruidos... no permitió que la viera desnuda, sólo se quitó el pantalón, todo estaba completamente oscuro. Llegó la hora de retirarme porque tenía que buscar a los nuños.
Luego nos seguimos viendo y en comunicación por teléfono. repetimos los mismo encuentros, cada vez mas intensos, al punto de ir entrando en mayor confianza, ya me dejaba verla completamente desnuda y podía tocar y besar cualquier parte de su cuerpo, pero que no la penetrara, porque es virgen.
Para nuestro séptimo encuentro permitió que la penetrara por el culo (recto) cosa que fue un poco difícil, pero logré penetrarla completamente, aunque el ardor en ella y en mi fueron fastidiosos y un poco desagradable el olor a excremento, pero igual estabamos tan exitados que lo hocimos intensamente, yo le metía y sacaba el pene, que tenía como un palo, como a mil por hora. Ella casi no decía nada. yo acabé como dos veces y cuando intenté una tercera, mi pene estaba ya muy aguado y no se lo lograba meter. De repente de manera extraña se puso la ropa violentamente, y con lágrimas y a su vez molestia en su rostro me exigió que me retirara. Luego de ese día no he podido hablar directamente con ella, todo ha sido con unos escasos mensajes y llamadas donde me dice que le dolió muchísimo y percibía que como que lloraba, y que aún luego de casi un mes sentía molestia y dolor. A mi por mi parte también se me formó una laceración en el pene y por unos días me dolía cuando orinaba.
No la he vuelto a ver, porque por unos días se ocultaba para evitarme, y ahora al parecer se regresó para su pueblo porque peleó con la dueña de la casa.
Datos del Relato
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