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Categoría: Maduras

Ingrid necesitada de sexo I

INGRID

Conoció a una mujer que se encontraba bastante sola hasta que un día... ya por fin todo cambió.

Mi nombre es Diego, tengo 18 años y les voy a contar una historia que me me ocurrió hace un año. Yo entreno a niños en un equipo de fútbol americano y esta historia se trata sobre una señora que era madre de un niño que estaba
en el equipo. El niño mas bien era malo, no tenia habilidad para el deporte, y por esta razón nunca lo metíamos a jugar ya que se nos hacia una perdida de tiempo, hasta que conocí a su madre.

Ella era una señora de 43 años, tenía pelo negro, blanca y sus medidas eran para morirse: 110-78-98. Sus tetas eran enormes y firmes y un culo respingado. El único problema era su cara, un poco fea pero, pero bueno, esto empezó así.

Un día estaba platicando con su hijo y llegó ella. Al mirarla por primera vez me pareció fea pero al voltear hacia abajo pude verificar lo contrario. Su hijo me platicaba sobre como su mamá se la pasaba mas tiempo con él y no lo dejaba salir por lo cual me pidió que hablara con ella. Le dije a la señora que si me podía acompañar a un árbol cercano para platicar el problema. No podía dejar de verle las tetas y con una ligera erección le conté el problema de su hijo a lo que ella respondió que era por que se sentía sola ya que no tenia pareja y necesitaba alguien para poder compartir cosas ya que como se la pasaba en el trabajo no podía platicar ni tener amigos.

Como se sentía muy sola, esa era mi oportunidad para poder invitarla a salir, le dije:

-Yo puedo acompañarla señora, si quiere. No voy a salir este fin de semana.

Ella me contestó que cómo era posible que invitara a un vejestorio como ella. Entonces le dije: - No hay problema, señora. Es que usted es muy hermosa.

Se me acercó y me dijo que salieramos al siguiente día. Estaba caminando después para ir a mi casa y se estaciono una camioneta negra en la cual estaba ella y me dijo que si me llevaba. Al subirme vi que tenia una blusa y una falda negra sin medias. Me la pase observando como brincaban esos pechos al pasar por los baches y esas hermosas piernas; me vio y dijo:

-¿Que ves?

A lo que respondí: -Perdone señora pero no me lo puedo creer estar aquí sentado con una mujer tan hermosa.

Me tocó la pierna: al instante se me paro el huevo y ella lo notó. De repente me pasó la mano por encima de la verga y dijo:

-Parece que ya despertó. Lo seguió acariciando por encima del pantalón y mi verga seguía creciendo; se detuvo en el estacionamiento de un Walmart y como su camioneta era de vidrios polarizados nos fuimos para el asiento trasero. le dije:

-Hace tanto que quería tocar estas cosas.

-Son tuyas me dijo.

La masajeaba por encima de la blusa como un loco hasta que se la quitó y vi que no tenia brasiere. Sus pezones eran grandes y color cafecitos. Yo no podía dejar de chuparlos, los lamía y los masajeaba ella mientras tanto me sacaba la verga del pantalón y la manoseaba como toda una experta, como solo las maduras saben hacerlo. Yo mientras tanto le mamaba aquellas tetas tan grandes, tan hermosas que tenia. Se echó a un lado y se bajó el pantalón por completo para meterse mi verga de una sola chupada en la boca. Me mamaba el huevo con desesperación de arriba abajo, debajo de mis bolas hasta la punta. Le acabé en la boca con un terrible orgasmo. Le dije:

-Chiquita, te voy a hacer algo que nunca te han
hecho.

Le subí esa falda, baje esa tanguita que tenia y vi ese culo que era dueño de mis chaquetas y le empecé a pasar lengua por el culo durante un largo rato. Ella gemía y decía -¡Así, cómeme el ojete, soy tu perra!!

Cuando le metí un dedo en ese estrecho agujero de pronto echo un grito y todos esos fluidos de su vagina salieron. Yo no me perdí ni una gota de ese manjar y le mamé la cuca hasta el cansancio y le dije que era hora de perforarlo. Le apunte a su ojetito y se lo clavó poco a poco. Ella decía que le dolía, que se estiraban sus músculos y que le dolía. Yo no podía
hacer nada. Además me encantaba como me presionaba ese culo hasta que le di un ultimo empujón: Se lo metía y sacaba frenéticamente, mas y mas rápido cada vez. Aquello me encantaba.

Acabé en un gran orgasmo y la inunde de todo mi esperma. Ella dio un grito y al parecer nos venimos al mismo tiempo los dos. Se levantó y me dio un beso. La tomé de sus tetas y le dije:

-Todavía no he terminado.

Se subió encima de mi y comenzó a cabalgar como una loca con sus tetas brincando en mi cara. Yo se las estuve chupando y mamando así durante 15 minutos. Acabó tres veces antes que yo dentro de ella. Después de esa vez lo seguimos haciendo.

FIN
Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.04
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
Marcos Urbina
invitado-Marcos Urbina 26-03-2007 00:00:00

Bueno, les he quitado la música, porque he seguido tus consejos. Gracias por leerlos.

Karla
invitado-Karla 19-01-2007 00:00:00

estan bastante bien , te felicito lo que no me gusta es que les pongas música pues no a todos les favorece y eso les resta puntos. Claro ese es mi punto de vista

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