Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Gays

La clase de computación

Esta historia comienza cuando yo trabajaba todavía en mi antiguo empleo, la rutina de todos los días era un poco aburrida y me costó mucho tiempo para poder hacer lo que en verdad me interesaba, aprender a manejar una computadora.



Ya soy un hombre maduro, con tantos gastos por mis hijos y nunca pude tener acceso a ciertos lugares donde se encuentra este tipo de educación.



Hasta ahora pude adquirir un equipo en oferta pero no sé ni cómo prenderla, así que fui a buscar un lugar donde me enseñaran a usarla correctamente, pero me daba pena preguntar, porque ya tengo 56 y confesar mi ignorancia en estos temas era muy embarazoso para mí.



Por suerte cerca de mi empleo hay un instituto de programación y allí me dirigí para pedir informes, está en un edificio enorme como de 20 pisos, al salir de mi trabajo me desplace hacia allá, al llegar había muchísima gente en el elevador ya que era la hora de entrada y salida de todos los estudiantes.



Entre y tuve que acomodarme en medio de ellos así que quede mostrando a un joven mi trasero y no sabía cómo hacer para poder hacerme a un lado, de pronto sentí una mano que tocaba suavemente mis nalgas, una oleada de nerviosismo recorrió todo mi cuerpo, no sabía qué actitud tomar porque estaba en medio de todos.



La marcha del ascensor era muy lenta por qué entraban y salían y cada vez estaba más apretado, de pronto sentí una verga entre mis nalgas, estaba totalmente dura y luego una mano sobre mis glúteos, me sentí avergonzado y me dio pena decir nada porque sentía mucha vergüenza.



Sentía que todo mundo se estaba dando cuenta y me puse colorado y no supe qué decir, que hacer, solamente me deje tocar, aquel muchacho con más confianza hizo lo que quiso.



Tan turbado estaba que apenas me di cuenta que mi pene estaba totalmente erecto, aquello me desconcertó por completo, qué acaso me había gustado?



Por fin llegué al piso que iba que era de los últimos y salí aliviado sudoroso, sin querer admitirlo muy nervioso y estaba totalmente empalmado, las sensaciones qué despertó en mí me hicieron reconocer que aquello me había encantado y estaba totalmente excitado.



No tengo un pene muy grande y más bien es pequeño, además no consigo erecciones muy firmes pero en este momento estaba totalmente erecto, me costó mucho trabajo relajarme para poder acercarme a pedir informes.



Me atendió una muchacha muy linda que fue muy amable conmigo y me dio todo tipo de consejos, decidí iniciar en ese mismo momento con mis lecciones para poder manejar mi computadora que estaba en la casa lista para usarse pero yo no sabía ni cómo hacerlo.



Poco a poco me fui relajando y aprendiendo las lecciones que me dieron, muy básicas pero muy importantes para alguien tan neófito como yo, al terminar la clase ya se me había olvidado por completo el incidente en el elevador.



Al salir ya era tarde, casi todas las oficinas del edificio estaban cerradas, entré en el elevador y estaba yo sólo, cuando casi se cerraban las puertas entró corriendo un joven que apretó algunos botones y se fue hacia la parte de atrás del elevador, se cerró la puerta e iniciamos la marcha pero de pronto se detuvo, el joven me dijo;



No se preocupe en un momento reanudamos el descenso.



No dije nada pero uno de los botones comenzó a parpadear y se puso rojo, pasaron algunos segundos y después al voltear a mirar al joven me quedé sorprendido porque tenía abierta la bragueta y estaba con su pene totalmente erecto, me veía con lujuria y me sonreía, aquello me dio mala espina y me puse nervioso.



Tenía una verga enorme cómo de 20 centímetros y bastante gruesa, me miró y pregunto;



-No quieres probarla? Ya la sentiste hace rato, que no te acuerdas cuando estábamos subiendo? yo creo que te gustó porque no dijiste absolutamente nada solamente lo estabas gozando o no?



Le dije,



No pude reaccionar porque estábamos en medio de todos pero no creas que ahora va a ser lo mismo, que vas a poder hacer lo que quieras, estás muy equivocado si crees que no voy a hacer nada.



El sonriendo me dijo;



Mira viejito ni te las des de macho porque aquí vas a dar las nalgas te guste o no, si bien que te gusta o no es cierto? porque no te hiciste a un lado? porque dejaste que yo te hiciera lo que yo quise?



Porque estaba apenado, avergonzado, sentí que todos me miraban por eso no hice nada.



Pues ahora vas a aflojar las nalgas y te voy a coger viejo puto y marica y hasta me vas a dar las gracias por hacerte el favor.



Estas pendejo si crees que me voy a dejar coger por ti estúpido muchacho.



Ah no? pinche viejo, si estás bien bueno tienes unas nalgas preciosas, dámelas por la buena o voy a tener que chingarmelas a la mala, no te conviene hacerme enojar anciano, anda bájate el pantalón y empínate que ya te quiero coger bien rico.



No y no te acerques o tendré que defenderme y no quiero hacerte daño mejor déjame en paz.



Te voy a dejar pero lleno de mi leche dentro de ese culote tan rico que tienes y hasta vas a pedir más y más.



Se me acercó y le tire un golpe pero lo esquivo muy fácil y sonriendo me dijo;



Bájale pinche ruco porque te voy a madrear y te va a doler si te pego y luego te cogeré bien duro.



Le tire una patada y tomando mi pie me derribo al suelo y luego me golpeó en la panza y en la cara y ya no supe más...



Al despertar me estaba cogiendo muy duro tenía su verga dentro de mí y me daba con todas sus ganas, yo sentía que me partía en dos porque lo hacía sin ninguna consideración.



Me mordía mi cuello y me enculaba con desesperación luego dijo a mi oído;



Ya ves pinche viejito lo hubieras gozado pero ahora estás sufriendo todo por pendejo, estás nalgas van a ser mías a la buena o a la mala, estás bien rico tu culo aprieta precioso me encanta, me gustaría que fueras mi vieja de planta para cogerte a gustó todo el tiempo, qué dices quieres ser mi mujer, mi puta de planta?



Desgraciado infeliz porque me haces esto qué te he hecho yo para que me trates así?



Desde que te vi me gustaste y dije este pinche viejito va a ser mío y ahora, ahora mira cómo te tengo bien ensartado y a poco no te gusta así? mira ya se te paró, porque lo niegas? si bien que te gusta.



Me di cuenta que tenía razón mi pene estaba totalmente duro, y mis nalgas felices de sentir ese duro tolete dentro, ya no sentía dolor sino gozo de sentirme empalado totalmente, mis caderas se movían al ritmo de mi violador y sin poderlo evitar me rendí al placer y me afloje todo.



Cuando se dio cuenta me dijo;



Así ya ves? Qué te costaba aflojar el culo y dejarme gozarte como ahora, ya eres mía y te cogeré cuando yo quiera mi reina o no?



Me besaba el cuello, las orejas, apretaba mis pezones con lujuria y me enculaba con calma gozando mi trasero, haciéndome sentir sensaciones desconocidas hasta ahora para mi, luego me la saco y me puso boca arriba, puso mis pies en sus hombros y me la dejo ir hasta dentro, con cada estocada yo gemía de placer.



Me cogió con calma un buen rato y luego aceleró las acometidas que me hacían casi gritar y se aferró a mis caderas cuando sentí todo caliente en mi interior por su descarga, me beso y dejo su pene dentro de mi hasta que se le bajo y luego me dio un par de nalgadas y se apartó de mí para vestirse de prisa.



Solo me dijo;



Qué rico palo me eche, tienes un culo riquísimo, me encantó, te voy a coger mucho cariño mi vida, anda vístete para irnos ya.



Cómo pude me vestí y me arregle todo apenado y en silencio.



El apretó un botón y el elevador volvió a descender normalmente, aún tomo de nuevo mis nalgas y poniéndose detrás de mí me culeaba con ganas, yo totalmente avergonzado y vencido solo lo dejaba hacer a su antojo.



Al llegar al lobby se salió de prisa dándome una nalgada y se fue.



Tratando de calmarme salí despacio y al pasar junto al guardia de seguridad este me dijo;



Caballero tengo que mostrarle una cosa muy importante venga por favor.



Eh, que dice, no lo entiendo, le dije



Venga conmigo y se lo mostraré, me tomo del brazo y me hizo entrar en un cuarto donde había muchos monitores encendidos y otro guardia vigilándolos.



Me sentó en una silla y me dijo;



Observe muy bien caballero



Empezaron a correr la cinta y vi todo lo que había pasado en el ascensor y me dio mucha vergüenza, cuando voltee a verlos los dos tenían la verga de fuera y me dijeron;



Pensamos que era una violación pero luego vimos que tú cooperaste ampliamente así que no fue violación sino que a ti realmente te gusta y ahora pues queremos que nos dejes participar contigo, también nosotros queremos divertirnos, qué dices? O vamos a tener que hacer lo mismo que ese chico? Te gusta que te golpeen? Eso te excita?



No, no me golpeen por favor, yo no soy maricon, el me obligó a hacerlo.



Si, cómo no, mira como te obligo a darle las nalgas, tu eres puto y te gusta no puedes negarlo aquí está la prueba, entonces cooperas y te dejas o vamos a tener que obligarte y además te vas a la cárcel por puto y faltas a la moral, qué dices?



Pues siendo así ni modo hare lo que ustedes quieren, pero por favor no sean tan rudos conmigo.



No, no vamos a ser tan rudos contigo pero si te vamos a coger como queramos, además quiero que me la chupes y te voy a poner de patitas al hombro porque te la voy a meter hasta el fondo y verás como hasta vas a cooperar con todo y vas a gozarlo tremendamente, la verdad tienes un culo precioso y hoy será nuestro.



Qué quieren que haga?



Desnúdate, quítate todo y luego ven y chúpamela sabroso, anda apúrate.



Me quité todo y ellos se quitaron el pantalón y los calzones, uno era de media edad, como 35 y con un pene mas o menos grueso como de 20 cm y el otro un hombre maduro como de 54 años y una macana gorda como de 22 cm.



Me hicieron chupársela primero al más joven, con cuidado me la metí en la boca y luego tomándome de la cabeza me la dejo ir toda y me cogía con muchas ganas, pronto sentí que me ahogaba porque casi me hacía tragar hasta sus huevos, sentía ganas de vomitar pero no me soltaba, mientras el otro, el más maduro masajeaba mis nalgas con mucha calma mientras se pajeaba su miembro, por fin me soltó un poco el más joven y pude escupir pero en seguida me la metió de golpe y me cogía hasta que dijo;



listo ya está.



Me la saco de la boca y se puso detrás de mí y metió un dedo, salió lleno de semen y fue por papel, me limpio el culo y luego escupió en mi ano y me la dejo ir sin miramientos hasta el fondo, intenté gritar pero no pude, el otro maduro me llenó la boca con su pene que de tan grueso me costó trabajo tragarlo, poco a poco fue entrando hasta que ya dentro fue acelerando el ritmo y era alucinante sentir la boca y las nalgas llenas de esos miembros tan duros que me llenaban a tope.



Solo se oía el ruido de los gemidos de ellos y mi respiración acelerada que denotaba la fuerza de sus cogidas en mis dos orificios.



Yo estaba delirante, jamás imaginé tal gozo que yo nunca había conocido, dos machos para mí, dos miembros haciéndome sentir cosas imaginadas tan solo en mis sueños, el pene en mi boca creció todavía más y ya no cabía en mi boca, me limité a recorrerlo por todas partes saboreándolo, los dos gemían como locos, entonces el que cogía mis nalgas aceleró la penetración y gritando se descargó en mi interior con abundancia, se salió de mis nalgas y cambiaron lugares.



El joven me ofreció su miembro lleno de semen que lamí hasta dejarlo limpio, mientras el maduro se acomodó detrás de mis nalgas y metió tres dedos muy fácil, luego trata de meter cuatro y mi esfínter protesto, poco a poco los fue metiendo en mi ano hasta que cedió no sin dolor.



Cuando por fin entraron me los empujó con fuerza, aquel mete y saca me hizo terminar sin siquiera tocarme y cuando considero oportuno acerco su verga a mi ojete y trato de meterlo pero mi cuerpo se opuso, poco a poco fue entrando, yo me sentí partido en dos y quise gritar pero el más joven metió su miembro en mi boca y me la lleno de nuevo por eso ya no pude hacer nada sólo gemir de dolor.



Sentí sus huevos en mi ano y fue cuando me di cuenta que la tenía toda adentro, al oír mis lamentos se detuvo un rato para dejar que se ampliará mi culo y pudiera disfrutarlo a plenitud, luego de un rato me cogió con calma y el dolor se volvió gozo y sin tocarme me descargue de manera abundante, aquel hombre era un experto en las cuestiones sexuales y me quitó las pocas barreras que aún tenía, me cogía con maestría tocándome por todos lados y hablándome al oído me decía;



Que preciosas nalgas tienes mi vida, quiero que vengas seguido y me las des así como ahora, para hacerte gozar a mi antojo, aprietas muy rico, eres muy caliente, me encanta tu culito y te voy a hacer mi mujer de planta, de ahora en adelante te cogeré y serás mi juguete preferido.



Yo solo me dejaba hacer estaba extasiado con aquel hombre que me hacía sentir cómo su mujer, era yo y me sentía cómo cera en sus manos y ya no podía resistirme a sus caprichos, su verga dentro de mí me hacía sentir pleno de nuevas sensaciones, me besaba, acariciaba mis pechos, mi cintura, mis brazos mientras me cogía con calma, luego se acostó sobre un escritorio y me hizo cabalgar sobre su verga que seguía durísima, fue increíble sentarme sobre esta y sentirla dentro de mis nalgas, yo no conocía esos placeres, goce cómo loco, tanto que hasta me vine de nuevo sin tocarme para nada.



Después de esto me acostó sobre el escritorio y con mis piernas sobre sus hombros me penetró de nuevo, dejándomela ir hasta dentro para deleite de los dos, luego me cogió duro aferrándose a mis pechos hasta que con un grito se descargó dentro de mí y me besó con furia y pasión haciéndome totalmente suya.



Creí que todo había terminado y me disponía a irme cuando el otro vigilante el más joven, se acostó también sobre el escritorio y me ordeno:



Súbete mi reina te falta cabalgar sobre esta verga, también te va a gustar



Aún dudándolo me senté sobre ella y comenzó a trabajar mi culo entrando y saliendo, de nuevo me hizo cabalgar sobre su miembro y me gustó mucho volver a sentirme lleno de verga y poseído por segunda ocasión, fue cuando me di cuenta que era ya una zorra muy fácil de usar y regalar mi culo cuando ellos quisieran tenerme.



Me cogió a placer hasta que me puso boca abajo sobre el escritorio y me penetró de nuevo con calma y me gustó mucho sentirme así como ahora usado, ultrajado, poseído por un hombre que me coja a su antojo y me gustaría tener más de esto en el futuro, lo goce muchísimo hasta que se descargó dentro de mí y me dejó muy satisfecho.



Cuando terminó todo, me fui al baño a descargar todo lo que había en mi interior y a limpiar mi culo para poder irme a casa, ellos ya estaban vestidos cuando salí y antes de decir nada me besaron en la boca y acariciaron mis nalgas, luego me acompañaron a la puerta y me despidieron, el frío de la noche me volvió a la realidad, fui por un curso de computación y salí hecho toda una puta.



No fue la única vez que fui y regresé cogido, me pasaron por las armas muchos alumnos más, los vigilantes y hasta mi profesor de computación, muchas veces el elevador se descompuso y fui violado por uno o dos al mismo tiempo, cuando subía y no había alguien extraño los alumnos me agarraban las nalgas y se acomodaban detrás de mí para gozar mi culo hasta que llegaban a su piso, era la puta de todos y al regresar al lobby si no me habían cogido en el elevador, me esperaban las armas de los vigilantes listas para mí, goce mis clases de computación hasta que ya no fue necesario ir, porque él vigilante maduro me hizo su mujer y me visitaba seguido para darme gusto con su miembro.



Un día lo cambiaron de puesto y ya no regreso, aún lo extraño pero la vida sigue y tuve que buscar por otros lados pero eso será otra historia.


Datos del Relato
  • Categoría: Gays
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1084
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.143.9.115

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.844
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.826
»Total Votos: 511.805
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 93.975.994